Sam Shepherd
El nativo de Lograne, Carolina del Norte, Estados Unidos, Sam Shepherd, un destacado jugador de baloncesto con una altura de 1,81 metros, vio la luz el 21 de abril de 1953. Su impacto en la liga venezolana de baloncesto es innegable, especialmente con los Trotamundos de Carabobo, equipo que lo vio brillar en la década de los 80.
Carrera Universitarias de Sam Shepherd
Shepherd destacó en la Primera División de la NCAA con la Universidad de Delaware, siendo el referente del equipo. Aunque no encontró su camino en la NBA tras su destacada universidad, recibió invitaciones para los campos de entrenamiento de los Boston Celtics y los Washington Bullets.
Sam Shepherd en el Baloncesto Venezolano
La huella del mago
Shepherd tuvo una destacada carrera en el baloncesto tanto en Venezuela como en Colombia, después de una exitosa etapa universitaria en Delaware State University, donde brilló con los Hornets y fue integrado al Salón de la Fama de la universidad. Su talento lo llevó a formar parte de los Salones de la Fama en Sudamérica y en North Lenoir High School. Tras no lograr ingresar a la NBA o la ABA, decidió trasladarse a Venezuela en 1975 para jugar en la Liga Especial de Baloncesto, donde inició una carrera profesional que se extendió hasta 1997. Durante este tiempo, Shepherd jugó para varios equipos, incluidos Trotamundos de Carabobo, Panteras del Táchira y Guaiqueríes de Margarita, ganando siete títulos nacionales y 13 títulos internacionales. Su impacto fue tal que llegó a representar a Venezuela en los Juegos Mundiales de Argentina en 1990 y lideró al equipo nacional hacia una medalla de plata en el Torneo de las Américas de 1992 en Portland, y a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992. Además, en Colombia, jugó para equipos como Lotería de Cúcuta, donde conquistó cuatro campeonatos nacionales, y Lotería de Valle, logrando otro campeonato. Su habilidad para anotar le otorgó el récord de más triples en un juego en Sudamérica, con 14 triples, y el apodo de "El Mago" debido a su extraordinario desempeño en la cancha.
En su incursión en la Liga Especial de Venezuela, Shepherd dejó huella como el máximo anotador con las Panteras del Táchira, sobresaliendo en las temporadas 1978 con un promedio de 34.0 puntos por juego y 1980 con 30.75 puntos por juego. Su éxito continuó con Lara en 1981, anotando 945 puntos para un promedio de 33 por juego.
Shepherd fue un seleccionado recurrente en el equipo ideal de la liga, siendo reconocido desde 1975 hasta 1989, con el honor adicional de ser nombrado Jugador Más Valioso en la temporada de 1983.
Su legado no se limitó a los logros individuales, ya que Shepherd encarnó los valores de deportividad, liderazgo y dedicación. Su contribución al baloncesto venezolano va más allá de las estadísticas, sirviendo como modelo a seguir para las generaciones posteriores de jugadores en Venezuela.
Sam Shepherd Defendió los colores de la Selección de Venezuela
La trayectoria internacional de Sam Shepherd tuvo notables momentos con la Selección Nacional venezolana en torneos como el Mundial de Argentina 1990, y el Sudamericano de Valencia 1991, el Preolímpico de Portland 1992 y los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992.
Retiro de Sam Shepherd una Leyenda del Baloncesto Venezolano
En 1998, Shepherd cerró su carrera en la LPB con Guaiqueríes de Margarita, después de ganar el campeonato el año anterior. Con un total de 19.007 puntos en 23 temporadas, Shepherd se ubicó en el segundo lugar de la tabla histórica, solo detrás del caraqueño Víctor David Díaz.
Shepherd, quien afirmó que su corazón pertenecía a Valencia, vivió su mejor época con los Trotamundos de Carabobo, logrando cuatro títulos consecutivos de 1986 a 1989, una era dorada que quedó marcada en la historia del baloncesto venezolano.