Armando Becker, nacido el 9 de junio de 1966 en Caracas, es un exjugador de baloncesto venezolano que dejó una huella significativa en el deporte tanto a nivel nacional como internacional.
Armando Becker, Carrera Universitaria y Profesional
En su etapa universitaria, Becker brilló en las canchas de Central Missouri, donde se convirtió en la única selección All-American de primera categoría en la historia de la escuela en dos ocasiones. Además, fue distinguido dos veces como parte del equipo All-MIAA y recibió el título de Jugador Más Valioso de la conferencia en 1990. Su última temporada universitaria fue especialmente destacada, registrando promedios de 23.3 puntos y 6.9 rebotes por partido. Bajo su liderazgo, los Mules alcanzaron un récord de 27 victorias y 5 derrotas, logrando el subcampeonato en una región de la NCAA División II. En reconocimiento a sus logros, Armando Becker fue honrado con la inducción al Salón de la Fama Atlético de la escuela en 2008.
Tras su experiencia universitaria, Becker llevó su talento al ámbito profesional, jugando para los Pittsburgh Piranhas de la Continental Basketball Association (CBA) en 1995, demostrando su versatilidad y habilidades en diversas ligas. Sin embargo, su contribución al baloncesto no se limitó a sus actuaciones en la cancha, ya que posteriormente incursionó en el mundo del coaching en la liga venezolana. Su transición de jugador a entrenador resalta su compromiso continuo con el desarrollo del baloncesto en Venezuela.
Armando Becker y su legado con la Selección de Venezuela
La imagen de Armando Becker cobrando un tiro libre en el juego que consagró a Venezuela como campeón en el Suramericano del 91 ante Brasil en el Fórum de Valencia quedó grabada en la memoria colectiva del baloncesto venezolano. Su legado se extiende más allá de los números y las estadísticas, siendo un referente para las generaciones venideras de jugadores que aspiran a alcanzar el éxito tanto en las canchas nacionales como internacionales.
Armando Becker, con su habilidad excepcional y dedicación al juego, se erige como una figura emblemática en la rica historia del baloncesto venezolano, dejando una marca perdurable que continuará inspirando a los amantes de este deporte en el país.